China y Franco

He tenido la suerte de ir a China unos días acompañando a mi pareja, compañero y marido, todo en uno. Él trabajaba y yo paseaba y compraba cosas chinas que están muy apañadas con la sensación de estar forrada de euros. Pero poco a poco ves que no, es más bien un espejismo, que los euros ganados con un sueldo español no dan para tanto, y que de hecho, China es una potencia económica mundial.


Cuando los humos de ser europea, española y catalana desaparecen, enseguida te das cuenta que el país de Mao, el comunista integral que dio palos de dictador con todos yendo a la escuela a aprender lo que era la revolución cultural, etc. pudo evolucionar después de décadas con una gran transición y ahora son los reyes del mundo, con dos sistemas en un mismo país, un matrimonio entre el comunismo y el capitalismo que no tiene nada que ver con el mío. No sé cuánto queda del primer régimen comunista pero sí sé que hoy por hoy, después de comer una vez al día, trabajar durísimo y vestir todos en el mismo sastre, hoy tienen educación, un futuro, un presente y un pasado. Son amables, se percibe respeto mutuo y visten como les da la gana. 


Mientras mis pensamientos hacían estos análisis tan profundos, leí que nuestro presidente Sánchez intenta sacar del Valle de los Caídos a otro dictador, que como fantasma de nuestro país increíblemente siga haciendo la puñeta a los españoles, y me sentí agradecida del paso que está tomado Sánchez para quitarnos el muerto de encima. Gracias Sánchez desde China, por pequeñas cosas como éstas que aún son difíciles de hacer porque el pasado pesa como la losa de Franco, con una sombría sombra muy alargada. Finalmente levanté la cabeza disfrutando del viaje en China y pensando que Franco está cada vez más lejos de mi país, España.

No hay comentarios: