En una primera fase, el 'procés' comenzó con un mensaje nacionalista: 'Som una nació'. Como el simple factor identitario no era suficiente para sumar mayorías, los autores del 'procés' cambiaron el discurso: en la segunda fase, la idea básica fue 'Espanya ens roba'. Aún así, no alcanzaban mayorías suficientes, y volvieron a cambiar el mensaje. En la tercera fase, actualmente, la idea clave es demostrar que España es un Estado autoritario que ahoga el espíritu democrático. Con este mensaje intentan convencer a Europa y ganar amigos para la causa nacional-separatista.
Sin embargo, España es una democracia reconocida como tal por todas las naciones. Incluso aparece en el ranking del semanario 'The Economist' en el puesto número 19 de un total de 167 países, por delante de democracias consolidadas como Estados Unidos, Francia o Japón, de los que nadie discutiría su calidad democrática. En el contexto internacional, nadie cree en el mensaje nacional-separatista: España no es un régimen autoritario.